Tres decapitados
De la compilación «(DES)GRACIA. TRES ESTADOS DE…», Tres decapitados hace referencia a sendos relatos en los que, literalmente, alguien ha perdido la cabeza, o quizás algunos cuantos.
La fuente de narración se empata con «sucesos negros» ocurridos en diversas ciudades de Ecuador, sobre todo de la costa, y así se construye una ficción directa y muchas veces coloquial.
No son relatos reflexivos, sino descriptivos en los márgenes de una realidad que parecería irremediable.
Imagen ©Jay Rechsteiner
Siete colocados
De la compilación «(DES)GRACIA. TRES ESTADOS DE…», Siete colocados hace referencia a sendos relatos con una misma estructura narratológica ceñida incluso al pie de la letra y de la acción hasta un nivel de exactitud casi neurótico.
La música y las drogas se ligan a siete décadas desde este presente tiempo de los veinte y en retroceso hasta los sesenta del siglo pasado. Todo deviene generacional desde el hoy hasta ese ayer y en un sistema de reducción de personajes hasta el límite del cero.
La digresión y los paréntesis son principales en la construcción narrativa, así como lo son la sinestesia y las onomatopeyas recurrentes.
Imagen ©Ralex
Algunos sentenciados
De la compilación «(DES)GRACIA. TRES ESTADOS DE…», Algunos sentenciados hace referencia a sendos relatos en los que siempre ocurre una sentencia con tintes judiciales.
Relatos y microrrelatos se emparentan con el término de un juicio que bien podría ser subjetivo; o, quizás, abiertamente objetivo.
Un estado de criminología muchas veces en el grado de lo absurdo intenta emparentarse con el propio absurdo de la realidad que siempre nos supera.
Imagen ©David Celi